TÉCNICA DE IMPRESIÓN CON GELATINA

La técnica de la impresión sobre gelatina es relativamente fácil, y se puede trabajar con muy pocos medios. Simplemente se trata de preparar una lámina de aproximadamente un centímetro de grosor de gelatina comestible neutra que una vez cuajada se emplea para hacer estampaciones. Se entinta con rodillo y se le coloca encima un papel sobre el que se aplica una ligera presión con la palma de la mano. La gelatina tiene la particularidad de registrar cualquier pequeña marca y su correspondiente efecto gráfico. Esto permite muchas posibilidades de experimentación, ya que se pueden colocar elementos entre la plancha entintada y el papel, lo que genera una segunda imagen con las huellas que dejaron aquellos.  Se pueden probar diferentes concentraciones de gelatina, pero utilizando una 4 o 5 veces mayor de la recomendada para alimentación se obtienen buenos resultados y es bastante resistente, siempre que se tenga la precaución de guardarla en la nevera tras cada  sesión. Si se deteriora, se puede volver a fundir y rehacer otra vez. De todos modos con el uso se va cargando de tinta y también genera algún tipo de contaminación bacteriana por lo que no queda más remedio que volver a empezar.

Para preparar la plancha puede utilizarse un molde confeccionado a partir de un envase de tetrabrik, que es impermeable y nos permite darle las dimensiones que queramos, dentro del pequeño formato. También pueden emplearse las bandejitas de plástico en que venden los embutidos ya loncheados. Incluso podemos hacer moldes con fideos de plastilina haciendo un marco y adherido a una bandeja o a un trozo de metacrilato. Este último caso es muy interesante, ya que en el fondo pueden colocarse texturas de material plástico que quedaran impresas en la gelatina como huecograbado.
Luego medimos el volumen en agua del molde, y preparamos la cantidad adecuada de gelatina para el mismo, que recordamos será de unos 10 gramos de gelatina seca por cada 125 mililitros de agua, es decir dos sobres de gelatina por cada vaso de agua. Se disuelve la gelatina en la mitad del agua, y la otra mitad se pone a hervir, después se mezclan bien. Aún caliente se vierte en el molde y se deja solidificar una media hora. Posteriormente se mete en la nevera un par de horas. Tras el desmolde ya se puede usar. Se puede forrar el molde con plástico de cocina, así será más fácil desmoldar. 
Puede usarse tinta, mejor al agua, pero también pintura acrílica, aunque habrá que diluirla previamente con agua hasta conseguir una consistencia adecuada.Para entintar son adecuados los rodillos de goma que se utilizan habitualmente para linóleo, aunque puede emplearse cualquier medio que nos permita extender una capa más o menos uniforme de tinta sobre la plancha, como brochas, esponjas o aerosoles.



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Monotipo sobre gelatina. Mancha 150 x 150 mm. Papel 210 x 150 mm.